Y hacer…de tus ojos, luna.
Y de tu boca, cañaveral*
Y de los zumbidos de los mosquitos en la oreja, mi mejor forma de despertar.
Abrirme, como ventana rueca en la mañana
Y que me salten pájaros dentro.
Que no me falte nada, aquí, incompleta.
A medio sanar.
Con las uñas clavadas en tu puerta, maíz nocturno, pidiéndote más
La tierra….la tierra no se va a quedar quieta,
Siento que algo está por estallar.
Quizás el corazón terrible de las desapariciones
O el color del mundo borrándose, no lo sé.
Es tiempo de arreglar la bicicleta,
De lustrar tanto proverbio
Y salir a andar.
No querer ser más:
La niña que se esconde,
La linterna, en el bosque, temblorosa
O la cama desecha por la mitad.
*Ricardo Montaner: la puta que te parió.
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