miércoles, 19 de mayo de 2010

Tergiversada

Asíntotas punzantes y vectores que no dejan de sentenciarla con sus filosas colas de dragón. Sus uñas quebradizas y su piel sutilmente cuadriculada son el indicio de una macabra metamorfosis. Hasta su inocente mirada ya se le está cristalizando con las incógnitas que jamás le interesó resolver. Recoge las pestañas que le han extirpado junto con sus sueños y se deja guiar por sus ojos que la marean hasta que su cabeza cae insulsa sobre el banco. Un par de agujas de reloj logran enderezarle la espalda precisamente cuando descubre que no hay nada más accesorio y ficticio que el tiempo. Pero ese mundo absoluto ha terminado por encantarla. Ya no añora aquellos abismos dialécticos que solían sumirla en un ensueño confortable. Prefiere deslizarse por una parábola infinita mientras calcula casi sin darse cuenta, la velocidad con la que se pulveriza su inerme cuerpo cercenado de coordenadas. Las palabras y la música terminarán por agotársele cuando no sean más que oportunistas rótulos del silencio.

jueves, 13 de mayo de 2010

en vez de prestar atencion tiendo a hacer estas analogias en clase y despues asi me va no

Las inversiones y las notas mentales continuaron durante todo el día. El clima ya la predisponía mal y la conformación sin huecos en la que se agrupaban los bancos de la facultad aumentaba la entropía de sus pensamientos, aun somnolientos y erráticos. Repaso para el parcial (hay parcial? Si hay parcial, cris. En cuatro dias) Soluciones. Muy fácil, un tipo medio desteñido habla de pureza y ejemplifica con hamburguesas y ella ya no esta ahí, esta en otro lado, a lunas de distancia, durmiendo la siesta en Salvador de bahía o jugando a la payana con el gato de la esquina. Pureza: mst (masa de lo que queremos)/ msc (masa de lo que tenemos) x 100 ¿Qué tan puros son nuestros actos? ¿Cuánto hay de lo que queremos en lo que tenemos?

lunes, 3 de mayo de 2010

Mi visión del mundo se resuelve en un adiós dudoso, en un prometedor nunca.
(Alejandra Pizarnik)
Salió de su casa apurada como casi siempre (el tiempo siempre le pareció algo que la desafiaba impíamente pero ella ni se mosqueaba ante su pomposa entidad de hiedra, es más, se lo comía y masticaba y en caso de repugnarle lo escupía sin más a la alcantarilla). Avanzaba como todos los días por la plaza, bamboleando el paso al compás de la radio y nunca se olvidaba de pasar por debajo de un sauce llorón para energizarse Pero esta vez un paréntesis urbano fragmento su realidad arrojándola al espanto: Un grupo de niños con mochilas todas iguales y dientes todos más o menos iguales estaban jugando a la pelota con una paloma muerta. Las niñas un poco menos rústicas reían y callaban. En este punto no pudo evitar hacer la inversión de un grupo de palomas con camisetas de fútbol jugando con una cabeza humana. Perversa analogía, no muy original. ¿Qué pasaría si respondiese sin ningún filtro civil a la sensibilidad cuya condición de ciudadana y cohabitante de esa plaza en ese lapso de tiempo le proporcionaba y los mandara a todos a cagar? ¿Cambiaría algo? Los envalentonaría aún mas – medito- así que siguió caminando, pero sus risas eran un taladro que cercenaba su espíritu libre, otro suceso más que corroboraba su condición discordante con el mundo que cada día se esforzaba por cambiar. ¿Y una solución imaginaria? ¿Qué tal si me pongo a su nivel y en una gambeta les arrebato la “pelota”?-pensaba-. Improvisó la imagen de la paloma deshuesada entre sus pies y dijo ¡Al carajo pendejos de mierda! El tren que pasaba le decía: se te hace tarde cris. ¿Tarde para que? Al mundo se le hace tarde, a todos nosotros se nos hace tarde, nacimos y ¡ya era tarde! Las cosas están ahí como en una infancia inmemorial como tejedoras de una textura común. Y lo peor es que ya es tarde y no hacemos nada para retroceder la tarde. La tarde eternamente tarde en el patio azul. La tarde que se agota y no. No digas tarde, di ahora y ya será tarde, amor.