domingo, 4 de diciembre de 2011

AFTER SUCH PLEASURES  


Esta noche, buscando tu boca en otra boca, casi creyéndolo, porque así de ciego es este río que me tira en mujer y me sumerge entre sus párpados, qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor sabiendo que el placer es ese esclavo innoble que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo. Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas ni esperanza. Solo en mi casa abierta sobre el puerto otra vez empezar a quererte, otra vez encontrarte en el café de la mañana sin que tanta cosa irrenunciable hubiera sucedido.Y no tener que acordarme de este olvido que sube para nada, para borrar del pizarrón tus muñequitos y no dejarme más que una ventana sin estrellas.