martes, 17 de abril de 2012

Globales y locales




Somos asi, locales globalizados

Superventriculados de ideologías de pasillo de facultad,

Unidimensionales pero desollados por fuerzas opuestas tironeando en toda direccion

Paralelepípedos, constipados de compotas multifruta y televisión



Desarrollamos una aerodinamia hábil para la economía,

Para movernos como el dinero,

Sin rostro, sin ley y sin nación

Sujetados, perfectos para la vida en cautiverio

Y las vacaciones en una playa artificial del Caribe tomando Carioca

en vez de jugo exprimido, porque la negra de la etiqueta se ve mucho más real que la que te lo sirve.



Mitad carne y mitad vidrio o polietileno

Inmortales para la ciencia, la técnica y el arte

Pero si no tomamos la pastillita

Nos morimos

Y ya no hay cielo,

Esa febril, antigua puta para anestesiarse.



Nuestros paraísos ahora son otros,

Portátiles, prefabricados

Hay tantos no-lugares como almas vaciadas capaces de habitarlos,

Prostíbulos, casinos, cadenas de supermercado,

Shoppings, aeropuertos, morgues y estadios

Kamasutra, yoga y comida vegana u oriental: la desesperada manera kitsch que encontrarnos de arañar la espiritualidad

Coreografías sin sustancia

Que no distan mucho de una clase de step

Configurando nuestro escenario

Animal, de falanges mórbidas moviendo el mundo

A una suerte de bola de cristal en la que cae nieve si la das vuelta

o flores o pececitos o quizás corpiños de mujeres en rebeldía.



Cualquier mundo es posible, pero de bolsillo. Desplegable, con instrucciones en todos los idiomas de cómo se debe armar así es para todos lo mismo.



Somos los mecano parlantes,

Los post- arco iris

Muertos de un infarto en la rodilla

Por no animarnos a correr por la piba que te volvió loco en la esquina

Toda la expresión reducida

a una lágrima que cae, con culpa, en la alcantarrilla

Donde, debajo, niños-gusanos labran la tierra que ya no es más,

Que es territorio sub-terráneo, foráneo de toda sensibilidad.

Donde quizás se funde el verdadero paraíso,

El que da sustento a este lobo de metal

Colonizador,

Silencioso,

Omnipresente y milimetrado

La entelequia no asumida de los excluidos, con el boleto marcado del nunca jamás,

Que aprendieron a hacer estatuillas de la mugre

Para rendir culto a sus dioses de pan,

ésos son los verdaderos sujetos,- desgarrados, también, claro -, pero pataleando en el fondo de un aljibe

como ranas pre-revolucionarias.



La verdadera cultura esta ahí, en los márgenes insepultos

de toda sociedad, son su yema, su nervadura, su esqueleto, la parte invisible de la verdad

para ellos eso que sucede no es una estructura, ni un ideario

es la vida resurgiendo como una flor entre los adoquines,

absurda,

para nadie,

igual de bella, pero muda.

lunes, 9 de abril de 2012

Nabucodonosor





No miento si digo que encontré un chico hecho de sol
con luciérnagas en los pupitres,
con magia negra en la voz.


No miento si digo que son dos, tres, ochenta mil
los que vienen
a sacarme de la cama
cuando yo no puedo o cuando simplemente quiero quedarme retozando sobre el colchon un momento,
cuando ya no tengo razones para-,
ni teorías sobre-
o palabras de-
que justifiquen hacerlo;
sea eso o cualquier otra cosa
de mi puta, lenta, existencia,
siempre necesito un incentivo:
Mi miel en la mesita de luz,
mi pila de libros al pedo
y es enfermo y es intestino
revuelto de gallinas
el que grita
en el centro, pero lo callo con una sonrisa,
siempre, al final.


No miento si digo que tiene el formato exacto de un sueño:
Ávido de forma,
lleno de preguntas
y perpendicular al tiempo.


Si digo que me tironea, que me palpita que me
estiiira como cama elástica hasta el cielo,
feliz pirotecnia,
que me agarra de una pata y me lleva por el viento
surcando desafiantes la consistencia misma del Verbo,


-¿Qué es eso, mi amor? ¿Qué es eso?-
-Veni para acá, contame un cuento-,


Tu lullaby de prisionero de nube
Tu bambi muerto de miedo en el túnel
¿Por qué todas esas fotos pegadas con chicle en las paredes
y todos esos sonajeros chillando solos en la cuna?


Basta basta de todo eso.


Quiero una puerta que se pronuncie como noche
sobre mi esfera, que en una pesadilla o en una parada de colectivo se me plante ahí y me diga:
-Basta! Basta, Melina de decir siempre "Quiero..."!-
Esa poética insoportable,
Ese vicio de hacer del amor una pataleta
Un delivery, una pañalera,
una palangana
donde remojar los pies calentitos
al final del dia,
un paloma negro
de luces moradas
picoteándome el cerebro
hasta que no puedo mas
y me arrojo
como pañuelo
a ese cielo
otra vez, puerto.


A ese mismo cielo del que me dejaste colgada
bailando en mi cajita de cristal musical
ausente, por fin, de todo
pero repartida,
repatriada en tu sonrisa
de imperio.




(Sólo quería decir que me di cuenta que me gustan los paraísos casi tanto como me gustaron siempre los infiernos, que los dos tienen su vértigo y que no es muy común haber encontrado a una persona con el alma esparcida en todo el cuerpo).