jueves, 22 de noviembre de 2012

Scribd.


Busco un archivo en scribd y el único enfermo que lo subió es mi ex. Me digo: okei, es una coincidencia, pero cae inmediatamente sobre mi el peso humillante de admitir que estoy en el último circulo del infierno de los duelos para pseudoacadémicos. Es bastante más distinto de los otros duelos. Es más burocrático: hay que devolver libros, bibliotecas enteras, evitar encontrarse en congresos, decir: "uh a esta seguro que va, mejor voy a la otra mesa". "Pero, no, por que?  Si a mi también me gusta esta, que se joda.  Si nos cruzamos, ya fue, yo hago preguntas más piolas" ;) 

Este vínculo pasivo con la nada, tan virtual que se vuelve eterno. También subiste un volante de una agrupación troska que nadie conoce, debe haber sido para bajarte gratis algún texto.

Un par de intelectos interrumpidos por el cuerpo, en anfibia sincronía.  Eso es todo lo que queda todavía. Y molesta, pica, sos más molesto que un post-estructuralsta.

Entonces, ya que estoy, voy a tu fesibuk: Exprimo tu imagen hasta pixelarla, quizás para volverte irreconocible, descomponiéndote en partículas de ajena procedencia. Pero es peor, en mi memoria estás cada vez más disperso y aún asi, te recuerdo.  Como si en el ejercicio de reagrupar tu imagen, de volver a la vida tus gestos, de ensayar tu risa -en situaciones que imaginaria y seguro equivocadamente pienso que te hubieran dado risa-, osea en el ejercicio de olvidarte cada vez menos, se hiciera más fuerte el deseo. De que? No se precisar si es de que nunca hubieses existido, o de que ya te hubieras muerto, o de que me agarre una amnesia generacional que haga que de repente se borre mi adolesencia por completo, - waw,  que flash, sería un golazo eso-;  no sé si es más bien eso o el hecho de que dejes de ser un fantasma con numero de documento y te materialices en espacio y tiempo o que al menos tengas la cortesía de dejar de romper las pelotas por los recintos de mi cerebro. Tengo muchas otras cosas mejores en las que pensar. No quiero terminar haciendo mi tesis en el concepto de olvido en Agustín y recordar con gusto dulce sucesos amargos y todo esa pelotudez en  la que solo tienen tiempo de pensar los sacerdotes del medioevo. Pero es lo que me está pasando. Desde hace muchos meses. No sé si es una conexión casi melliza que genero con vos por momentos, quizás cuando vos vomitas yo vomito, o lloro cuando te cortas el pelo, quizás los dos nos hayamos puesto a mirar la luna un día exactamente al mismo tiempo y a partir de ahí se haya cancelado una cerradura intergaláctica entre nuestros pensamientos o quizás a mi, simplemente me haya caído en suerte tener que pensar en mi ex durante una semana entera todos los meses: una especie de ciclo menstrual de avanzadísima tecnología de tortura. Ya se deberían haber inventado pastillas para esto, quiero decir, que para que cuando te venga, la pastilla tenga una sustancia que haga que no te pongas a pensar en pelotudeces como éstas. Debería haber una edición limitada de esas mismas pastillas para mujeres poetas, que les segregue algún inhibidor químico que las abstenga de escribir cosas sobre sus ex psicóticamente y que venga con un enguaje bucal de regalo que evite que cometas el suicidio de tu vida social de animarte a leerlo público. Porque es peligroso, eso es lo que ocasiona la violencia familiar, los crímenes pasionales, la discriminación de género, etc., las menopaúsicas no matan a nadie, ya se les paso su cuarto de hora de Medeas. El problema somos nosotras, la población activa de asesinas en potencia. Que si algo no nos calma ya esta angustia de mierda vamos a agarrar un changuito del coto, lo vamos a llenar de artillería y vamos a salir a matar a cuánto boludo piropeador que se nos cruce en frente. No es por el piropo en sí -que quede claro a partir de ahora y para siempre!- es por toda una carga sedimentada desde hace milenios de decepciones, de rupturas, de malas experiencias. Hay un límite, una napa que hierve y plaf, te da en la jeta. Imaginate que a un batallón de gordas tetonas se les desabrochara el corpiño a todas al mismo tiempo: Sería peor que Hiroshima y Nagasaki. La población mundial se quedaría tuerta. No sé, vos fijate el poder que tenemos, antes de dejar a alguien sin explicaciones, yo pensaría en todo esto y si igual, -porque sos un forro de mierda- decidís hacerlo, me atrincheraría varios metros bajo tierra.

:D