domingo, 19 de diciembre de 2010

Y leer, como si no pasara nada. Terminar un libro, hacer sonar las tapas encerrando el mundo afuera y empezar otro, como si no pasara nada. Como si esta devoción no fuese igual de triste que beber, fumar o ir al bingo. Cada tanto eso que pasa me interrumpe, entre una página y la otra, en la unión del encuadernado. Mientras decido qué hacer (si releer la pagina anterior porque ya me perdí, o seguir con la próxima aunque no entienda bien) observo la costura y nos imagino caminando por ese desierto de papel dividido. Vos de un lado, yo del otro. Irreconciliable distancia. Sabiendo que ése es nuestro lugar en el libro para que la historia tenga sentido.  

1 comentario:

Sigma dijo...

Leer, leer... leer nos transporta y nos eleva sin dudas. Me encantaron las fotos en la parte izquierda. Sobre todo cuando vi al gran Syd Barret. Que genio! Y ni hablar de Cortázar, sin palabras. Buen blog eh!

Vamo arriba, Tincho