miércoles, 31 de marzo de 2010

NOCHE

La noche es el lugar donde me reconcilio con otras partes.
El ritmo de las cosas pareciera retroceder, es cierto.
El mío, en cambio, pareciera que se eterniza en una asíntota siempre irresoluble, aproximándome a un pasillo, sino antes a las comisuras de ese pasillo, donde gigantes que guardan en sus cajones frascos y en sus frascos conejos me invitan a una nueva cacería de signos.
Una lastimadura en el espejo puede hacer de mí una niña azulada y ultrajada por su sombra, otra vez.
Ese reloj sepultado en mis albores puede hoy silenciar al tiempo en una emboscada para invitarme a surcar constelaciones que ya creia olvidadas.
En momentos asi, cualquier lujo puedo darme, incluso un estrechón de manos con la muerte.

1 comentario:

Debret Viana dijo...

Y no sería mejor dejar de lado la biotecnología y dedicarse a estas cosas?