A Nanu Nanu
Cuando me agarran así ataques re pelotudos de amor por vos buscaría todas tus fotos y les haría corazoncitos con paint a tu cabeza. Agarraría todos tus textos y los grabaría con mi voz o con un distorsionador de esos que usan los secuestradores y los subiría a youtube, haciendo un power point re grasa con una foto tuya inmóvil o varias que se vayan sucediendo mediante un precario fade out despixelado. Cuando me agarran asi ataques re pelotudos de amor, haría una sesión de fotos en bolas con una máscara de chewbacca en la cabeza, solo para vos. Si me lo pidieras, juntaría la mierda de todo un mes y te haría una estatua de los dos, o de vos solo, con gesto de prócer medio maricón. Re maricón, como vos. Pero con onda. Toda la onda. Le diría a mi mamá que deje de asociarte con personajes cada vez más ridículos como d´artagnan, un paje del medio evo o un turista francés perdido en el Bronx y a mi papá que deje de decirte que te “promociones” como actor. Construíria una lupa que tenga la misma altura que vos y con tu luz incineraría todas las hormigas de mi barrio. Y también, estudiaría biología para averiguar a qué carajo de cepa alienígena le tenés alergia así te la curo, o me haría accionista de Susexx, asi tenes pañuelitos gratis todo el año. Y engordaría con vos, y comería matambre con vos, aunque no me gusta, y cazaría animales indefensos con vos de noche, te enseñaría a declinar en alemán y en latín, a planchar corbatas sólo para decirte: "ves?, esto nunca lo vas a usar porque sos artista!", y te compraría zapatos de payaso o zancos con todo mi sueldo asi me llevas a pasear por la ciudad en tus hombros de conejo, tenés hombros de conejo, encorvados y sigilosos, nunca te lo dije, no? Y y tenes ojitos de cueva, en la que se puede meter una cuchara larguísima, como la del otro día y sacar miel, a escondidas. Y si no sos vos, yo no sé quien es el que va a salvarme de mi hediondo pasado y de mis garritas de princesa envenenada que rasguña estúpidamente el eco de una guerra perdida. Yo no sé si sos vos o qué fuerza reptiliana que adoptó tu forma, me chupa un huevo si sos un reptil o la reencarnación de William Shakespeare, me chupa un huevo si no tenés trabajo, si a la noche te trasvestís, si para conseguir monedas para el bondi haces petes dobles, si no te gusta el arroz con leche, ni el futbol, ni si mis ideas estéticas te joden o si la mitad de las palabras que usas para decir algo, quieren decir, por casi todo el consenso de los hispano parlantes, otra cosa totalmente distinta. No me importa nada, sos hermoso. Y lloro siempre que digo estas cosas, porque soy una boluda que no se banca el amor que no te hace sufrir, cuando para mí sufrir es algo tan cotidiano como lo es para una cucaracha electroshockeada para experimientos neurológicos o una participante de "cuestión de peso". Me gustaría que estuvieses siempre conmigo, y que criaras a mis hijos aunque yo ya no esté con vos, o cuando sea lesbiana. Me gustaría que cocines en todos mis cumpleaños y que cuando me muera vos no te mueras y publiques todas las pavadas que dejé inéditas y que hagamos libros juntos antes de morirnos, y viajes juntos y diseñemos nuevas formas de almohadas, por ejemplo el otro día vi una almohada que tenia agujerito para poner la oreja, podríamos inventar una para guardar mi pelo, así no se te viene en la cara y te ahoga como una anémona siempre, y que domemos caballos y serpientes juntos y salgamos del sistema pero que igual nos quedemos y lo carcomamos desde adentro con nuestra fútil, siempre prescindible poesía , y que combatamos juntos el posmodernismo o que creamos que lo estamos haciendo, y seamos cada vez mas forros criticando escritores o películas under, y que nunca nos cansemos de ser como somos juntos, ni aun estando separados, porque sé que siempre va a estar esa esquinita alumbrada en nuestros corazones latiendo acompasada, porque sé que algo de todo esto es verdad y no uno más de mis ataques de amor re pelotudos, porque sé que aun no siendo verdad es lo más lo más lindo del mundo.
martes, 4 de diciembre de 2012
jueves, 22 de noviembre de 2012
Scribd.
Busco un archivo en scribd y el único enfermo que lo subió
es mi ex. Me digo: okei, es una coincidencia, pero cae inmediatamente sobre mi
el peso humillante de admitir que estoy en el último circulo del infierno de
los duelos para pseudoacadémicos. Es bastante más distinto de los otros duelos.
Es más burocrático: hay que devolver libros, bibliotecas enteras, evitar
encontrarse en congresos, decir: "uh a esta seguro que va, mejor voy a la otra
mesa". "Pero, no, por que? Si a mi también
me gusta esta, que se joda. Si nos
cruzamos, ya fue, yo hago preguntas más piolas" ;)
Este vínculo pasivo con la nada, tan virtual que se vuelve
eterno. También subiste un volante de una agrupación troska que nadie conoce, debe haber sido para bajarte gratis algún
texto.
Un par de intelectos interrumpidos por el cuerpo, en
anfibia sincronía. Eso es todo lo que
queda todavía. Y molesta, pica, sos más
molesto que un post-estructuralsta.
Entonces, ya que estoy, voy a tu fesibuk: Exprimo tu imagen hasta pixelarla, quizás
para volverte irreconocible, descomponiéndote
en partículas de ajena procedencia. Pero es peor, en mi memoria estás cada vez más disperso y aún asi, te recuerdo.
Como si en el ejercicio de reagrupar tu imagen, de volver a la vida tus
gestos, de ensayar tu risa -en situaciones que imaginaria y seguro
equivocadamente pienso que te hubieran dado risa-, osea en el ejercicio de olvidarte cada vez menos, se hiciera más fuerte el deseo. De que? No se precisar si es de que
nunca hubieses existido, o de que ya te hubieras muerto, o de que me agarre una
amnesia generacional que haga que de repente se borre mi adolesencia por completo, -
waw, que flash, sería un golazo eso-; no sé si es más bien eso o el hecho de que
dejes de ser un fantasma con numero de documento y te materialices en espacio y
tiempo o que al menos tengas la cortesía de dejar de romper las pelotas por los
recintos de mi cerebro. Tengo muchas otras cosas mejores en las que pensar. No
quiero terminar haciendo mi tesis en el concepto de olvido en Agustín y
recordar con gusto dulce sucesos amargos y todo esa pelotudez en la que solo tienen tiempo de pensar los
sacerdotes del medioevo. Pero es lo que me está pasando. Desde hace muchos
meses. No sé si es una conexión casi melliza que genero con vos por momentos,
quizás cuando vos vomitas yo vomito, o lloro cuando te cortas el pelo, quizás
los dos nos hayamos puesto a mirar la luna un día exactamente al mismo tiempo y a
partir de ahí se haya cancelado una cerradura intergaláctica entre nuestros
pensamientos o quizás a mi, simplemente me haya caído en suerte tener que
pensar en mi ex durante una semana entera todos los meses: una especie de ciclo
menstrual de avanzadísima tecnología de tortura. Ya se deberían haber inventado pastillas para esto, quiero decir, que para que cuando te venga, la pastilla tenga una sustancia que haga que no te pongas a pensar en pelotudeces como éstas. Debería haber una edición limitada de esas mismas pastillas para mujeres poetas, que les segregue algún inhibidor químico que las abstenga de escribir cosas sobre sus ex psicóticamente y que venga con un enguaje bucal de regalo que evite que cometas el suicidio de tu vida social de animarte a leerlo público. Porque es peligroso, eso es lo que ocasiona la violencia familiar, los crímenes pasionales, la discriminación de género, etc., las menopaúsicas no matan a nadie, ya se les paso su cuarto de hora de Medeas. El problema somos nosotras, la población activa de asesinas en potencia. Que si algo no nos calma ya esta angustia de mierda vamos a agarrar un changuito del coto, lo vamos a llenar de artillería y vamos a salir a matar a cuánto boludo piropeador que se nos cruce en frente. No es por el piropo en sí -que quede claro a partir de ahora y para siempre!- es por toda una carga sedimentada desde hace milenios de decepciones, de rupturas, de malas experiencias. Hay un límite, una napa que hierve y plaf, te da en la jeta. Imaginate que a un batallón de gordas tetonas se les desabrochara el corpiño a todas al mismo tiempo: Sería peor que Hiroshima y Nagasaki. La población mundial se quedaría tuerta. No sé, vos fijate el poder que tenemos, antes de dejar a alguien sin explicaciones, yo pensaría en todo esto y si igual, -porque sos un forro de mierda- decidís hacerlo, me atrincheraría varios metros bajo tierra.
:D
:D
domingo, 18 de noviembre de 2012
Di-versiones
“El hecho soy yo queriendo divertirme, y pienso en cuánto hace que no escribo para divertirme.”
(Nicolás Recupero)
I
Diversión: Di- versión. Vine a esta fiesta queriendo divertirme y me quede sola jugando al scrabel sobre la barra. El barman pensaba que me ganaba, pero en realidad tenía muchas faltas de ortografía. No se lo quise decir. Peor hubiese sido seguir jugando sola. Pero en un momento alguien se agarro a piñas, o hubo una vomitada en masa o no sé y me dijo que no podía jugar más conmigo, que le debo la revancha y me guiño un ojo, expediendo una gota de transpiración por la sien izquierda, que me pareció sublime. Esa es mi definición de lo sublime: Gestos que recuerdo por la violencia de su irrepetibilidad. Y qué se yo? Fue una noche promedio, pero me divertí. Fue una noche promedio, pero me divertí. Volví lo suficientemente tarde como para no tener tiempo de hacer más nada, pero lo suficientemente temprano como para levantarme antes de las 12, mañana. No me siento como el chico de la canción de the smiths[1], aunque debería, pero no, estoy absurdamente feliz o satisfecha, satisfecha sería mas bien la palabra. Quizás sea por la acolchonada confianza de saber que si hubiese querido no me hubiese ido a dormir sola. Es terrible el peso de ese a priori. Me siento como algunos troskos que se horrorizan de ser tan burguesitos por lavar los platos con aguita caliente o usar la estufa, cuando otros duermen con frío entre el packaching. Yo teniendo la posibilidad de coger, la estoy desaprovechando pensando en toda la gente que lo necesita más que yo. ¿Por qué? no se, quizás, para que esta noche siga siendo una noche promedio, y nada más que eso. Necesito más días promedio. Necesito emociones promedio. Necesito, a veces, pensamientos promedios. Rodearme de gente promedio con ideales promedio y objetivos promedio. Vestirme con ropa promedio. Me acuerdo de que una vez vi a una chica en el colectivo vestida tan pero tan promedio que dije: yo nunca voy a ser como esa chica. Pollera gris, camisa blanca, chatitas y delineador negro. Promedio. Yo todavía no entendí la diferencia entre combinar y contrastar colores. Soy un cachivache liberal.
Pero me divierto, la cuestión es que me divierto, me divierto charlando sobre cosas promedio, haciendo estos absurdos análisis de demografía sexual y sacando un promedio que siempre da en negativo, me divierto, me divierto viendo gente promedio divertirse en forma promedio. Simplemente viéndola. Sintiéndome parte de ese pacto ficcional que implica salir de tu casa a estar solo devuelta. Una soledad promedio. “La vida puede que no se ponga mucho mejor que esto”, igual que las letras de Drexler, tampoco van a ponerse mucho mejor que esto. Porque son letras PROMEDIO, con música promedio, interpretadas por un tipo promedio. Que dice: todos podemos cantar así suavecito y hacer canciones para propagandas de sopa. Es solo cuestión de esforzarnos por ser cada vez más promedios. Hacé la prueba. Los argentinos somos muy trágicos: Probá tener un dia enteramente promedio.
Este fue un mensaje del Gobierno de la Ciudad, por el paro general de Promedios: gente que no quiere música fuerte, ni orgasmos desorbitantes, ni panchos con más de un aderezo. No a la multiplicación de los gustos de papas fritas ni al alargamiento del arco iris de aguas saborizadas. Que no nos impongan más su esquizoide método de trascendentalizar hasta los pedos, no queremos nuevos deportes extremos, ni productos que hagan nuestra vida más intensa. “Así está bien”, ese es nuestro lema.
[1] There's a club if you'd like to go You could meet somebody who really loves you So you go and you stand on your own And you leave on your own And you go home and you cry And you want to die
http://www.youtube.com/watch?v=MhRebk8KDes
II
No, empecemos devuelta: Diversión. Di-versión: ahí empieza todo el problema: El desdoblamiento que produce lenguaje es perverso. Vine a este mundo a buscar la otra versión de mí y me atomicé en diminutos dímeros girando por el constelinado porteño. De ahora en más, cuando veo una persona interesante me reagrupo y la sigo desde unos pocos metros, me le arremolino a la altura de la cabeza y la hago estornudar, si puedo. Ella piensa que es polen, pero no: soy yo, divirtiéndome. A veces me canso de molestar siempre a la misma gente y me voy para otro pueblo adherida a las alas de algún pájaro de corto vuelo. (No puedo ir muy rápido, o muy alto, porque me disuelvo). Haciendo un balance de mis experiencias puedo decir que hay personas a las que le cambio el día cuando la molesto. Si si, es como si se sintieran más contentos o menos solos, durante ese momento. El molde de sus caras se desajusta, caminan más lento, aunque al principio parecen algo angustiados por la picazón imaginaria que les provoco con mi revoloteo. Hay algunos que me dan ganas de acompañarlos a la oficina, al gimnasio, al premetro, porque están realmente muy quemados, pero siempre se me cruza alguien más intrigante o más necesitado y me voy con ellos. Me dejan echa pescado, a veces, termino agotada después de tanto trajeteo; tanta grasa plástica sudándoles por la piel, tanto murmullo reprimido en sus cerebros. Pero es un estilo de vida, yo que sé, una pequeña militancia etérea. Pero ya se convirtió en una acción benéfica y yo no quería eso. El humanismo es un nihilismo con buena prensa. Y yo no soy humana, soy ex/pre- humana, pero siempre temo por ese momento, porque cuando ésta transformación termine, cuando mis partículas vuelvan nuevamente a agregarse formando un cuerpo, ¿quién va a cuidar de mi? ¿Quién va a divertirse conmigo cuando yo me convierta en uno más de ellos?
II
No, empecemos devuelta: Diversión. Di-versión: ahí empieza todo el problema: El desdoblamiento que produce lenguaje es perverso. Vine a este mundo a buscar la otra versión de mí y me atomicé en diminutos dímeros girando por el constelinado porteño. De ahora en más, cuando veo una persona interesante me reagrupo y la sigo desde unos pocos metros, me le arremolino a la altura de la cabeza y la hago estornudar, si puedo. Ella piensa que es polen, pero no: soy yo, divirtiéndome. A veces me canso de molestar siempre a la misma gente y me voy para otro pueblo adherida a las alas de algún pájaro de corto vuelo. (No puedo ir muy rápido, o muy alto, porque me disuelvo). Haciendo un balance de mis experiencias puedo decir que hay personas a las que le cambio el día cuando la molesto. Si si, es como si se sintieran más contentos o menos solos, durante ese momento. El molde de sus caras se desajusta, caminan más lento, aunque al principio parecen algo angustiados por la picazón imaginaria que les provoco con mi revoloteo. Hay algunos que me dan ganas de acompañarlos a la oficina, al gimnasio, al premetro, porque están realmente muy quemados, pero siempre se me cruza alguien más intrigante o más necesitado y me voy con ellos. Me dejan echa pescado, a veces, termino agotada después de tanto trajeteo; tanta grasa plástica sudándoles por la piel, tanto murmullo reprimido en sus cerebros. Pero es un estilo de vida, yo que sé, una pequeña militancia etérea. Pero ya se convirtió en una acción benéfica y yo no quería eso. El humanismo es un nihilismo con buena prensa. Y yo no soy humana, soy ex/pre- humana, pero siempre temo por ese momento, porque cuando ésta transformación termine, cuando mis partículas vuelvan nuevamente a agregarse formando un cuerpo, ¿quién va a cuidar de mi? ¿Quién va a divertirse conmigo cuando yo me convierta en uno más de ellos?
domingo, 22 de julio de 2012
Nunca bañes a un linyera
¿Cuál es la fórmula invasora que te abre paso por esta ciudad?
Esta ciudad lamida con los dientes hasta aprenderse su forma,
Esta ciudad de garrapatas en los pies, vigilando.
Yo me subí al lomo mugroso de esta ciudad y le saqué los piojos, uno por uno, para que dejara de gritar.
Al igual que juntabas piedritas u hojas con forma linda en el bosque, hoy junto anillos de prostitutas por la calle, anillos kitsch de puta kitsch de Buenos Aires. Y al igual que tu mamá esa vez te dijo: para qué te llenaste de esa mierda los bolsillos?, así me los vacío y dejo los anillos sobre la mesa. Nunca están del todo vacíos los bolsillos, y como si limpios equivaliera a vacíos, nunca están limpios, como la mente.
Pero lo intento, intento sobrevivir a esta ciudad a costa de escupitajos, de gatos falsos lloriqueando en bolsas, aunque eso sea en realidad muy de la costa. “Nunca bañes a un linyera (porque se muere)”, creo que ese es el único consejo de mi vieja que puede llegar a servirme algún día. Porque todos lo demás son nada, pasta dentífirica enrollada bajo la lengua en forma de palabras.
Boca sucia, pies con nafta, uñas que se estiran rompiendo las sábanas.
Ves? Esto es lo que quería: Una prosa fría y una vida, en consecuencia.
Levantando las baldosas de todo aquello que alguna vez fuera... la juventud. De cualquier tipo que sea.
Y hablo de la juventud como de algo lejano, para pseudopizarnikeanas hay tantas, tantos y para los ex convictos del club de la poesía ya no alcanzan las camas. La palabra es la letrina de los necios. Levantando su garrote de goma para dar el último golpe contra el asfalto. Para que vomites por la ventanilla, como te enseñaron. Para que no molestes más con esa rabia de problemática lluvia que volcás en versos en vez de en las tetas o en la almohada; agujeros podridos en los que otros ya mearon, ya hicieron su historia y ahí venís vos, con tu plato hondo de lata, es tu turno en la fila.
Vas a escribir o a reconocerte? O vas a escupirles la comida en la cara? Vas a escribir o a reconocerte? o a desdentar cada rincón que de este lugar aún quede con esperanza? O no es lo mismo? Que es esta profilaxis entre la ciudad, el papel y vos? Un poco de nostalgia, che, -lustrate el spleen, Ruiseñor-.
No ves el gas rojo uniendo los sucesos? No te das cuenta de los arañazos de fotos incompletas que componés para vivir?, para no enloquecer sin recordar cómo fue que pasó todo... allá en tu infancia tercermunda, la ciudad.
El nido de mermelada negra, la ciudad, rota como un trompo roto girando, libre de todas las probabilidades de mierda que la determinan. Libre como el pájaro azul que sale de tu bragueta volando y se da contra un poste, y vuelve a empezar, feliz.
domingo, 8 de julio de 2012
Falsa memoria de mi infancia terrestre,
Esa que no es de aquí, de la reserva,
Del útero cromático de las pasiones,
De las uvas transmitidas a la paciencia
De tanto coche fúnebre,
Recuerdo a esa lenta
Como se abren los portones
Ahí escabullida como anillo de roble
Recuerdo y es tan puro
Que me dan ganas de borrar las líneas de mis palmas
Con acido
Que ella era alguna
Una de todas
Nunca la primera
La escolta con trenzas doradas
Y la espalda tableada
Los barquitos de papel que escondía bajo la cama
Y sus sucesivos ataques de molotvs echas con ranas.
Rendida como pocas
Ante los pezones que en péndulos se agitaban demoliendo edificios
Ella sabia que yo era una mas también
Una alguna
Una de todas
Nunca la primera
La absoluta
Triste voluta de nieve girabas en un juego para adolescentes en Bariloche
Tu existencia era mínima
Y calciforme.
Pocas, como montañas de erizada lluvia
Loca, como el gato de Mirta
Yo se que me querías,
Como una rata aplastada en la trampera
Siendo rata y muriendo.
Es era tu vocabulario: el de la finitud
De ser una mas
Una alguna
Una de todas
Nunca la primera
Carne que se esparce por los estantes de las malas costumbres
Bola que se achica al llegar a la boca del subte, la boca golpe, la boca trampera de rata, también
Blancas y altas y breves caricias de piedra y lana
Tejiendo apuradísimas
Las noticias de mañana
Para que nadie se entere,
Para que todos sorprendidos
Tengan de qué hablar…. en el corral.
Concha marina insoportable y marina
Toda agueteada,
Esta mal agujerearse de agua, está muy mal
Ser una rejilla.
Yo lo sé porque fui una alguna
Una de todas
Nunca la primera,
La absoluta.
Esa que no es de aquí, de la reserva,
Del útero cromático de las pasiones,
De las uvas transmitidas a la paciencia
De tanto coche fúnebre,
Recuerdo a esa lenta
Como se abren los portones
Ahí escabullida como anillo de roble
Recuerdo y es tan puro
Que me dan ganas de borrar las líneas de mis palmas
Con acido
Que ella era alguna
Una de todas
Nunca la primera
La escolta con trenzas doradas
Y la espalda tableada
Los barquitos de papel que escondía bajo la cama
Y sus sucesivos ataques de molotvs echas con ranas.
Rendida como pocas
Ante los pezones que en péndulos se agitaban demoliendo edificios
Ella sabia que yo era una mas también
Una alguna
Una de todas
Nunca la primera
La absoluta
Triste voluta de nieve girabas en un juego para adolescentes en Bariloche
Tu existencia era mínima
Y calciforme.
Pocas, como montañas de erizada lluvia
Loca, como el gato de Mirta
Yo se que me querías,
Como una rata aplastada en la trampera
Siendo rata y muriendo.
Es era tu vocabulario: el de la finitud
De ser una mas
Una alguna
Una de todas
Nunca la primera
Carne que se esparce por los estantes de las malas costumbres
Bola que se achica al llegar a la boca del subte, la boca golpe, la boca trampera de rata, también
Blancas y altas y breves caricias de piedra y lana
Tejiendo apuradísimas
Las noticias de mañana
Para que nadie se entere,
Para que todos sorprendidos
Tengan de qué hablar…. en el corral.
Concha marina insoportable y marina
Toda agueteada,
Esta mal agujerearse de agua, está muy mal
Ser una rejilla.
Yo lo sé porque fui una alguna
Una de todas
Nunca la primera,
La absoluta.
lunes, 2 de julio de 2012
lunes, 18 de junio de 2012
Día del Padre
A los 7 años mi papá tenía una sola preocupación: tocar el acordeón. Como era muy caro, le compraron una armónica que meses más tarde, en una tarde lluvia, extravió: se le cayó en un charco. Ahora es ingeniero. Y no nos vemos casi nunca.
Me pregunto si hay entre los hechos algún tipo de correlación.
Primero: No me creo lo del charco. O bien el charco era infinito, lo que lo convertiría en una especie de portal entre tierras u hombres de otro tiempo en donde ya no se toca la armónica, en tal caso, creo yo, la hubieran devuelto enseguida; o donde aún no se toca, caso lo cual, la armónica hubiese sido quizás interpretada como un poderosísimo instrumento de destrucción letal del futuro - porque eso es lo que hacen los humanos con las cosas que descubren y no saben para que sirven: volverlas armas, condimentos o pesticidas-; o bien el charco daba al otro lado del mundo, y eso no me parece verosímil, ya que cualquier chino o japonés se hubiese encargado de hacerse famoso si encontraba una armónica en un charco mágico que daba al tercer mundo. Queda pues la opción de que la armónica fuese muy berreta y se hallase desintegrado en el barro del charco, pero semejante reacción química le hubiese cercenado a mi papá varios dedos de la mano. Y mi papá los tiene todos, creo. Entonces no entiendo porqué no pudo recuperar su puta armónica, quizás hacía mucho frío y estaba yendo al colegio y temía por las monjas que iban a pegarle si se ensuciaba el guardapolvo, después de todo no la quería tanto,- el seguía añorando el acordeón-; o quizás la armónica surco una ruta alternativa hasta la alcantarilla y fue a parar a la boca de un vagabundo. No lo sé. No excluyo la posibilidad de que sea todo mentira, es decir, de que esta historia sea un intento casi adorable y derrotista por parte de mi padre para no admitir que su frustración en la vida es puramente suya. Que innumerables factores metafísicos y traumáticos como éste intervinieron en el proceso y lo arruinaron todo. Pero no creo que sea así, mi papa no es de ese tipo de personas. Quizás sí logró salvar la armónica del charco, pero ya no sonaba bien por el agua, por eso se puso a arreglarla y ahí descubrió su vocación como ingeniero. Eso puede ser. Pero me lo hubiera contado, contentísimo!. Y ahora haría las dos cosas: tocar la armónica y arreglar válvulas de petróleo para compresión. O quizás ambas al mismo tiempo, convirtiéndose en la estrella de algún freak show. Que toda la familia criticaría en las cenas de navidad.
Solo sé que para equilibrar el universo, cuando cumplí 7 años yo, me compró un pequeño acordeón, que era de juguete pero no de mentira, sonaba de en serio, y tenia pianito. Nunca aprendí a tocarlo, no sé donde andará. Quizás tengan con la armónica su propia banda de folk.
martes, 15 de mayo de 2012
Confesion
Recuerdo aquella vez cuando confesé lo inconfesable
Fue en un bar de muerte a las 3 de la tarde,
un bar que por su aspecto no debería poder abrirse de día,
Un bar grotesco donde metaleros ponen en la rockola
canciones de Larralde
Y juegan al pool entre cervezas calientes y pibitas de 15
Ya lo habíamos hablado,
veníamos acá a ver si era cierto.
Y empezó: fue como defender una tesis:
Ya todo estaba ahí, escrito, dicho, seco, tapado por
imágenes de gruesa historia y yo tenia
Que hacer hablar a ese muerto,
A ese muerto no tan muerto que necrofilio cada tanto.
Defenderlo, buscarle al relato algún tono medio entre la
victimización y la obscena culpa, porque ambas terminan dando la misma lástima.
El mismo asco compasivo de iglesia y podredumbre.
Y yo no quería eso!: yo soy una princesa multicolor desgajante
de ternura, una corsaria de margaritas, una miniatura celeste, una condesa que
baila cumbia con los faquires y “los enanos rumba” –son todos como Ruben Rada- tengo
cuatro enanos "Ruben Rada" cantando a capella en el balcón de mi gran palacio de
algodón de azúcar, todas las noches y tres surikatas que me hacen la pedicure aunque yo en realidad no tengo
uñas, yo soy una princesa y las verdaderas princesas no tienen uñas, eso las
diferencia de las putitas mortales que se las pintan como confites
o se las comen cuando están nerviosas; supongo que eso es lo que hacen las surikatas entonces: comerse
mis uñas por mi.
Y hablaste de cosas remotas de tu adolescencia y después tu infancia, que yo desconocía
O que nunca me interesaron tanto, como ahora, que había que
hablar irremediablemente de otra cosa
Para tapar,
Siempre la psicología como primera ortodoncia
: tapar tapar tapar
Empapelar toda la casa de esponjas
Que filtren toda la
soledad, toda la bronca,
Agitando mis manos en la tormenta te pido perdón
Con el anzuelo en la boca, a punto de morderlo cuando de
pronto sonó el despertador
Y paré
Ya había descuartizado el pollo y a los doce enanitos
Estaban ahí lustrando el piso, con su sangre de cereal
Pero paré
Dije: esto es mío. No te lo tengo que contar a vos
Para qué?
Para que esta grieta innecesaria entre nosotros?
El espejo que se raja
No se arregla
Ni se tergiversa a través de el nuestra falsa percepción de
todo,
Está roto.
Como el amor,
El amor es una cosa rota
Que el deseo une y desune a su antojo
Pero es una cosa rota
No lo olviden
Ro-ta.
Pero yo tenía que regalarte mis pedazos,
Contarte cada una de las historias de su emancipación,
Hacer que sientas la horca,
el dedo frío último de la locura.
Que quizás te acerques a como era mi visión del mundo
Mirando manchas de humedad en la pared todo el día
Y emulando los pasos que no vienen todavía a buscarme
Asfixiada con el cable del teléfono sin teléfono que tenía
Y mis pijamas llenos de sangre
la sangre de todos, la sangre tuya, la sangre mía,
si, me creía no se qué heroína bataclana old fashioned del
medio evo.
Pero nada de esto fue por vos, fue previo, anterior: no traición
Pero traiciona tu idea de mi,
Para Platon y para mí eso es importante: lo más importante.
Por eso te lo digo,
Para que puedas juntar uno a uno mis pedacitos
y los inspecciones con tu cepillito de explorador y les saques brillo para ver si todavía
encajan
en tu arqueología;
claro que corro el riesgo
de que empieces a tratarme como si tuviera lepra,
una linda leprosa en mi silla de ruedas argumental,
pero lo corro, porque siento que vale la pena,
que eras acaso la persona más importante de mi vida
y que si no lo contaba algo entre los dos no se abría.
Este es mi infierno: te saqué anticipadas
Pero no viniste
Coqueteaste con las muñecas de la vidriera
Hiciste que te quieran
Y después te compraste... un llavero.
Sacamos a pasear a los perros,
Estaba toda oxidada la perra de tu abuela te acordás?
-no la debe alimentar bien- me dijiste
La mía tenía gusanos, un montón de gusanos debajo de la piel
y adentro del culo.
Lo descubrí un día que la bañe.
Si me concentro mucho mucho mientras te veo responder a todo esto
-nunca elegiste tan bien las palabras, fue casi adorable ese
gesto-
El escenario de batalla de tu cara es perfectamente idéntico
Al vómito de un desayuno
Que se ensambla, cubista,
De a colores
Y algunas formas sólidas.
En el epicentro estoy yo, con un vestido blanco,
Mirando para todos lados,
Y tres semáforos en cada esquina
Diciendo:
VERDE
AZUL
CORRÉ
Y no puedo salirme del vómito de tu cara,
Que me centrifuga, baja por las calles,
Me sobreviene la nausea,
Y los ojos, los ojos mismos se me llenan, ellos, de vómito
Hasta que no veo nada
Y es casi como morir…
...Pero te estoy dando un beso
Y ya no pasa nada,
Ya pagaste la cuenta
Ya te pusiste la bufanda,
Te guardaste los papelitos que lloramos en el bolsillo
Para tirarlos después en tu casa
Incluso estoy parada
mis manitos sanas,
tus ojos vitreaux detrás de los lentes que se empañan,
y tu palma de gorila bueno abierta
diciéndome que se me hace tarde, que que me vaya.
Que nos vemos mañana, si?
y apenas si puedo
conjugar un paso con otro,
apenas si puedo creer que esta bestia a la que se le oxidó, por fin, el candado
no va a despedazarlo todo,
que el olvido en venganza
no se me va a abalanzar como un zombie a la yugular
a decirme que lo que acabo de hacer es terrible, que es
imperdonable, que con una sesión de psiconálisis hubiese sido suficiente.
Que no había necesidad.
Que él no quería ver las guirnaldas del desastre
Cortajeandome , así, la piel.
Asi y todo, junto mis pies, empiezo despacito,
Como primer musgo de baranda
Y me voy, no me acuerdo de un abrazo final,
Me acuerdo de una planta en la que vacilamos bastante qué
hacer,
Algo nimio, sin importancia como a qué hora salía el tren o
si era mejor ir en colectivo
Y que después nos reímos, no sé bien de qué tampoco,
Siempre esta bueno hacer un chiste, así
Por lo menos las muchachas llorosas
Se van con una sonrisa: es como el globo con forma a veces
deforme
Que te dan los payasos cuando el cumpleaños se termina.
Y cuando estaba por llegar a la estación, viniste y me diste
vuelta y me diste un beso como si fuera una reafirmación, una reafirmación de mi
condición humana.
De que no soy un monstruo por lo que hice, de que soy lo
suficientemente mujer o lo suficientemente humana como para que después de
despedirse alguien haga 5 cuadras en la dirección contraria y me asuste y me de
vuelta y me de un beso y me diga que lo hizo porque le dieron ganas.
martes, 8 de mayo de 2012
fábula
La gallina lumpen obrera repartía folletos que proponían la abducción de todos los patos desenmascarados como centinelas.
Para no ser tildados de antisemitas, a cada uno se le realizó una rinoscopia con el fin de identificar su procedencia.
A los que les daba positivo y la nariz (el pico) empezaba a crecerles para adentro, eran incinerados en el horno micoondas.
Ay, pobrecita! me acuerdo de una patita que se me puso mimosa, ahí, en el calabozo y se puso a manosearme el ficus.
martes, 17 de abril de 2012
Globales y locales
Somos asi, locales globalizados
Superventriculados de ideologías de pasillo de facultad,
Unidimensionales pero desollados por fuerzas opuestas tironeando en toda direccion
Paralelepípedos, constipados de compotas multifruta y televisión
Desarrollamos una aerodinamia hábil para la economía,
Para movernos como el dinero,
Sin rostro, sin ley y sin nación
Sujetados, perfectos para la vida en cautiverio
Y las vacaciones en una playa artificial del Caribe tomando Carioca
en vez de jugo exprimido, porque la negra de la etiqueta se ve mucho más real que la que te lo sirve.
Mitad carne y mitad vidrio o polietileno
Inmortales para la ciencia, la técnica y el arte
Pero si no tomamos la pastillita
Nos morimos
Y ya no hay cielo,
Esa febril, antigua puta para anestesiarse.
Nuestros paraísos ahora son otros,
Portátiles, prefabricados
Hay tantos no-lugares como almas vaciadas capaces de habitarlos,
Prostíbulos, casinos, cadenas de supermercado,
Shoppings, aeropuertos, morgues y estadios
Kamasutra, yoga y comida vegana u oriental: la desesperada manera kitsch que encontrarnos de arañar la espiritualidad
Coreografías sin sustancia
Que no distan mucho de una clase de step
Configurando nuestro escenario
Animal, de falanges mórbidas moviendo el mundo
A una suerte de bola de cristal en la que cae nieve si la das vuelta
o flores o pececitos o quizás corpiños de mujeres en rebeldía.
Cualquier mundo es posible, pero de bolsillo. Desplegable, con instrucciones en todos los idiomas de cómo se debe armar así es para todos lo mismo.
Somos los mecano parlantes,
Los post- arco iris
Muertos de un infarto en la rodilla
Por no animarnos a correr por la piba que te volvió loco en la esquina
Toda la expresión reducida
a una lágrima que cae, con culpa, en la alcantarrilla
Donde, debajo, niños-gusanos labran la tierra que ya no es más,
Que es territorio sub-terráneo, foráneo de toda sensibilidad.
Donde quizás se funde el verdadero paraíso,
El que da sustento a este lobo de metal
Colonizador,
Silencioso,
Omnipresente y milimetrado
La entelequia no asumida de los excluidos, con el boleto marcado del nunca jamás,
Que aprendieron a hacer estatuillas de la mugre
Para rendir culto a sus dioses de pan,
ésos son los verdaderos sujetos,- desgarrados, también, claro -, pero pataleando en el fondo de un aljibe
como ranas pre-revolucionarias.
La verdadera cultura esta ahí, en los márgenes insepultos
de toda sociedad, son su yema, su nervadura, su esqueleto, la parte invisible de la verdad
para ellos eso que sucede no es una estructura, ni un ideario
es la vida resurgiendo como una flor entre los adoquines,
absurda,
para nadie,
igual de bella, pero muda.
Superventriculados de ideologías de pasillo de facultad,
Unidimensionales pero desollados por fuerzas opuestas tironeando en toda direccion
Paralelepípedos, constipados de compotas multifruta y televisión
Desarrollamos una aerodinamia hábil para la economía,
Para movernos como el dinero,
Sin rostro, sin ley y sin nación
Sujetados, perfectos para la vida en cautiverio
Y las vacaciones en una playa artificial del Caribe tomando Carioca
en vez de jugo exprimido, porque la negra de la etiqueta se ve mucho más real que la que te lo sirve.
Mitad carne y mitad vidrio o polietileno
Inmortales para la ciencia, la técnica y el arte
Pero si no tomamos la pastillita
Nos morimos
Y ya no hay cielo,
Esa febril, antigua puta para anestesiarse.
Nuestros paraísos ahora son otros,
Portátiles, prefabricados
Hay tantos no-lugares como almas vaciadas capaces de habitarlos,
Prostíbulos, casinos, cadenas de supermercado,
Shoppings, aeropuertos, morgues y estadios
Kamasutra, yoga y comida vegana u oriental: la desesperada manera kitsch que encontrarnos de arañar la espiritualidad
Coreografías sin sustancia
Que no distan mucho de una clase de step
Configurando nuestro escenario
Animal, de falanges mórbidas moviendo el mundo
A una suerte de bola de cristal en la que cae nieve si la das vuelta
o flores o pececitos o quizás corpiños de mujeres en rebeldía.
Cualquier mundo es posible, pero de bolsillo. Desplegable, con instrucciones en todos los idiomas de cómo se debe armar así es para todos lo mismo.
Somos los mecano parlantes,
Los post- arco iris
Muertos de un infarto en la rodilla
Por no animarnos a correr por la piba que te volvió loco en la esquina
Toda la expresión reducida
a una lágrima que cae, con culpa, en la alcantarrilla
Donde, debajo, niños-gusanos labran la tierra que ya no es más,
Que es territorio sub-terráneo, foráneo de toda sensibilidad.
Donde quizás se funde el verdadero paraíso,
El que da sustento a este lobo de metal
Colonizador,
Silencioso,
Omnipresente y milimetrado
La entelequia no asumida de los excluidos, con el boleto marcado del nunca jamás,
Que aprendieron a hacer estatuillas de la mugre
Para rendir culto a sus dioses de pan,
ésos son los verdaderos sujetos,- desgarrados, también, claro -, pero pataleando en el fondo de un aljibe
como ranas pre-revolucionarias.
La verdadera cultura esta ahí, en los márgenes insepultos
de toda sociedad, son su yema, su nervadura, su esqueleto, la parte invisible de la verdad
para ellos eso que sucede no es una estructura, ni un ideario
es la vida resurgiendo como una flor entre los adoquines,
absurda,
para nadie,
igual de bella, pero muda.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)